|
Justo ahí, en medio del campo, en Congosto de Valdavia, en lo que los lugareños llaman «la
puerta de la montaña palentina», se encuentra La Mirada. En la cocina de la casa sólo entra
Charo Cagigal, la propietaria. Ha heredado las recetas que ofrece de su abuela y de su madre.
|
|